
      l alma viaja liviana cuando, a través del 
      mundo de los hombres, se unen las fuerzas más grandes: la fuerza de la 
      FE y la fuerza del MAR.
      En la Semana Santa, desde el Océano, abre 
      tu mente, corazón imperfecto, y piensa que destruyes con tu ira, tu 
      desidia, tu indolencia, tu desamor, a cada ser que con tanto esmero ha 
      sido creado para que cuides: este mar con el que debes comulgar, este mar 
      que debes conservar con la fuerza que tu creador te ha dado. 
      Mil puros manantiales y nubes y vapores y 
      todas las aguas, rodean y abrazan al mar, sagrado mensajero de la madre 
      terrenal, ése al que debes cuidar y venerar, porque en él viven tantos 
      seres indefensos que conocen una inmensidad que tú ni siquiera eres capaz 
      de imaginar. 
      Las estrellas de este mar, y las anémonas 
      y langostas, y tantos millones de seres vivos de este mismo mar que hoy 
      nos recibe para orar, con la esperanza de creer que sí, sí que se puede... 
      Si tan solo tú que lo navegas, lo recorres, lo buceas, lo acaricias en 
      cada ola que te acaricia, junto con el viento que sopla tu rostro y enreda 
      tu cabello...te convences de que eres responsable. 
      Conoced niños del mundo, que este 
      infinito cielo azul que se refleja en vuestros ojos es ese mismo cielo 
      azul que os salpica, el mismo cielo azul que desciende para que te 
      acostumbres a amar cada rincón de Dios. 
      
      
      La gigantesca Cruz de madera que 
      sumergimos demuestra que la Cruz está en todas partes... en la Tierra y en 
      el Mar... en la mente y en el cuerpo. Demuestra que cada ser viviente 
      tiene su propia cruz, que cada cual debe aprender a transportar. Cada cual 
      debe ver que esta cruz, en cada instante de esta vida regalada por la que 
      murió Cristo, merece, más que nunca, ser salvada. 
      Ora desde el fondo de tu propio corazón, 
      ora desde las alturas de tu espíritu, ora desde el cielo de la paz, ora 
      desde el fondo del mar, y pídele a Dios perdón por no haber sabido 
      comprender su inmensidad. 
      Ora por cada hermano que no ama a su 
      propio hermano. Ora por no haber comprendido que las guerras están en el 
      corazón de cada ser humano que no comprende, por egoísmo, que cada ser 
      vivo es una parte de él mismo. Ora para que por fin entienda que no es la 
      ley del más fuerte, sino la ley del que sepa y pueda amar y comprender un 
      poco más allá. 
      
      
      Cada estación de este Via Crucis, desde 
      el propio corazón del mar, significará que 
      siempre habrá hombres de buena voluntad que prometan cuidar, proteger y 
      amar las eternamente pródigas fuentes de la vida.
      
        
        
          
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            Segundo Vía Crucis Submarino 
            En Puerto Madryn 
            (Patagonia Argentina) se realizó en abril del 2001 el Primer Vía 
            Crucis Submarino con la participación de 70 buzos y un sacerdote, el 
            Padre Juan Gabriel Arias, de la Parroquia Inmaculada Concepción de 
            Belgrano, quien guió la procesión subacuática y fue secundado por un 
            grupo de buzos locales que transportaron una cruz de madera de gran 
            porte. La hilera continuaba con buzos locales y de diferentes puntos 
            del país que se acercaron a la ciudad para participar de este evento 
            único.  
            Este proyecto se 
            gestó en la Secretaría de Turismo Municipal junto a las operadoras 
            de buceo, sumándose a las celebraciones litúrgicas de Semana Santa 
            con una actividad promocional de esta zona como es el buceo. 
             
            Puerto Madryn, 
            ciudad capital del buceo argentino, que ha organizado eventos 
            masivos como el Operativo Fondos Limpios y la Fiesta Nacional del 
            Buceo, convocó también este año a participar de la segunda 
            experiencia a los buzos certificados de todo el país.  
            El segundo Vía 
            Crucis tuvo lugar el pasado miércoles 27 de marzo de 2002. 
             
            El padre Gabriel 
            Arias, quien dirigió el primer Vía Crucis Submarino realizado en 
            Puerto Madryn y en el mundo, realizó el curso básico de buceo Open 
            Water como parte de su preparación para las celebraciones de Semana 
            Santa 2002.  |