La Atlántida  
     ¿leyenda o realidad? 
     por Fanny García 
     (Hipocampo)
     
     
      
     
       
     l respecto al continente perdido de la 
     Atlántida se barajan muchas hipótesis, pero la teoría más aceptada es que 
     esta importante civilización fue desvastada por una gran erupción 
     volcánica.  
     Se dice que el nombre de Atlántida fue 
     dado en honor de su primer gobernante, Atlas, uno de los hijos de Poseidón 
     que se rebeló contra los dioses y fue condenado por Zeus a cargar sobre los 
     hombros la bóveda del cielo.  
     Aunque no existe ningún hallazgo 
     arqueológico que avale su existencia, existe una larga lista de lugares 
     potenciales que se disputan las coordenadas en las que pudo existir este 
     continente y su civilización.  
     Toda la leyenda de la Atlántida surge de 
     una misma fuente: "Los diálogos de Platón". En dos de estos 
     diálogos, mantenidos por Platón con Critias y con Timeo, se hace una 
     descripción bastante exhaustiva sobre la Atlántida, su geografía, sus 
     habitantes y su forma de vida. Platón asevera en sus "diálogos" que esta 
     historia les fue relatada por el sabio griego Solon, quien a su vez la 
     recibió de un sacerdote egipcio.  
     Se describe como una historia genuina la 
     narración acerca de un pueblo originado por los dioses que habitaba en una 
     gran isla situada más allá de las Columnas de Hércules (actualmente 
     el Estrecho de Gibraltar) y que superaba en superficie a Asia y Libia 
     juntas.  
     Según este relato, el poderío de los 
     gobernantes atlantes alcanzaba gran parte de Europa y de Egipto pero 
     cometieron el gran error de pretender someter a los atenienses, quienes 
     triunfaron finalmente sobre los invasores (no es extraño, considerando que 
     Platón era griego) a la vez que liberaron a los otros pueblos sometidos. Al 
     cabo de un tiempo, intensos terremotos y grandes inundaciones acabaron con 
     la Atlántida (y con los gloriosos guerreros atenienses) en un solo día.
      
     En los Diálogos también se describe como 
     vivía la civilización atlante con bastante detalle. Esta civilización tuvo 
     su origen en la unión del dios Poseidón con una mortal llamada Cleito. El 
     amor de Poseidón por Cleito era tan grande que, para protegerla, aisló la 
     isla de todo cuanto la rodeaba por medio de dos anillos de agua y tres de 
     tierra, fosos inundados y muros alternados. Convirtió así el centro de la 
     isla en un círculo.  
     El suelo de la isla era inmensamente rico, 
     y con el se edificaron templos y palacios de gran hermosura y magnitud, a 
     la altura de sus moradores. También construyeron puertos y dársenas para 
     los barcos que transportaban mercancías procedentes de todo el mundo y 
     construyeron un gran canal que, partiendo desde el centro de la isla, 
     desembocaba en el mar.  
     Cada una de las provincias en que se 
     dividía la Atlántida estaba gobernada por un rey, y todos ellos seguían la 
     ley de Poseidón, escrita en una columna de oro y cobre erigida en medio de 
     la isla. Los habitantes que en un principio vivían y pensaban de acuerdo a 
     la ley, iniciaron su decadencia tras comenzar a mezclarse con los mortales, 
     por lo que Zeus decidió castigarlos.  
     Para atenernos al rigor histórico, la 
     heroica hazaña bélica en la que los atlantes fueron derrotados por los 
     atenienses tuvo lugar, según el sacerdote egipcio, hace más o menos unos 
     9.000 años. Como Solon vivio alrededor del año 640 a.C. podríamos deducir 
     que la Atlántida alcanzo su mayor apogeo aproximadamente en el año 10.000 
     a.C.  
     Del origen de esta civilización no se 
     tiene conocimiento alguno; ahora bien, es necesario admitir que los 
     principales datos de la existencia real, o no, de la Atlántida provienen de 
     un relato sobrecargado de leyendas, y que éstas suelen encerrar una 
     veracidad que ha soportado una considerable deformación, pero que cuya 
     búsqueda no resulta del todo irrealizable.  
     Tampoco debemos olvidar que los mitos 
     griegos (donde aparecen las leyendas atlantes), fueron imaginados y/o 
     creados por la gente que vivía en regiones que mantenían estrechos 
     contactos con la Creta Minoica (una superpotencia económica y política de 
     la antigüedad), de hecho, los cretenses tenían sometidos a los atenienses.
      
     ¿Dónde está la Atlántida? 
      
     Podemos así apreciar que existe gran 
     similitud entre la isla de Creta y la Atlántida, además, ocurrió un 
     hecho muy significativo: la gran explosión del volcán de la Isla de 
     Thera (hoy en día Santorini) que tuvo lugar aproximadamente en el siglo 
     XVI a.C.  
     Los geólogos americanos Shenk y Stanley 
     encontraron restos de la gran explosión de Santorini al analizar restos 
     volcánicos en el río Nilo. Unos vulcanólogos daneses encontraron restos de 
     este volcán en Groenlandia, a unos 3000 Km. de distancia. La hipótesis de 
     la explosión se ve avalada por algunos relatos bíblicos; para algunos 
     conocidos investigadores, la separación de las aguas del Mar Rojo y el 
     ensombrecimiento del cielo en Egipto fueron la consecuencia directa de la 
     erupción volcánica de la isla de Thera.  
     También los chinos afirman, en algunos 
     manuscritos antiguos, que durante el reinado del emperador Xieh, los campos 
     del cálido valle del Río Amarillo aparecían cubiertos diariamente por 
     escarcha. Después de las erupciones de los volcanes Laki (Islandia, 8 de 
     julio de 1783) y Tambora (Indonesia, 5 de abril de 1815) parece ser que 
     ocurrieron fenómenos similares.  
     Indudablemente la catástrofe de Santorini 
     no es única. Un caso similar ocurrió con el volcán Krakatoa (al suroeste de 
     Indonesia, entre Java y Sumatra) el 26 de agosto de 1886. El gran estallido 
     de este volcán produjo una ola colosal que destruyó las costas de Java y 
     Sumatra, de la misma manera que el volcán de Santorini podría haber 
     aniquilado la civilización atlante.  
     Pero existen otras coordenadas que se 
     diputan con Santorini la ubicación del reino perdido:  
     
       - La Isla de Pharos (frente al delta del 
       Nilo) 
 
       - La cordillera del Atlas (conjunto 
       montañoso al Norte de África) 
 
       - La desaparecida civilización de 
       Tartessos (en las proximidades de Cádiz) 
 
       - El antiguo lago de Tritonis (hoy, 
       marismas de Chott el Djerid y Chott Melrhir) 
 
      
     Hay quien señala a los guanches, los 
     primitivos habitantes de Canarias, como los descendientes de los 
     atlantes, basándose en que las momias guanches son de elevada estatura. 
     Pero si se recurre a la antropología, queda claro que los guanches 
     procedían de las costas africanas.  
     El escritor griego Plutarco (c. 50 d.C.) 
     sugiere que la Atlántida podría buscarse en Escandinavia (la región 
     del norte de Europa que comprende Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e 
     Islandia).  
     También se menciona la Atlántida en la 
     zona del Canal de Korinthos, una brecha de 6,3 Km. abierta a través 
     del istmo del mismo nombre, que une el Peloponeso con el resto de Grecia; 
     una zona muy propensa a los terremotos.  
     Si mencionamos a Tartessos (comarca 
     al sur de España), también allí se dan muchísimas coincidencias con lo 
     descrito acerca de la Atlántida, lo que nos haría situarnos en el Océano 
     Atlántico.  
     Hay infinidad de autores que han escrito y 
     especulado sobre el Continente perdido, vale la pena mencionar:  
     
       - Platón (Filosofo, 427 a.C.) 
       
 
       - Macrobio (filosofo, escritor y 
       político, 400 a.C.) 
 
       - Plutarco (50 a.C.) 
 
       - Proclo (filosofo griego, Constantinopla 
       412) 
 
       - Julio Verne (escritor francés, Nantes 
       1828) 
 
       - Jacinto Verdaguer (poeta español en 
       lengua Catalana, Folgarolas 1845) 
 
       - José Ortega y Gasset (filosofo español, 
       Madrid 1883) 
 
       - Juan G. Atienza (Filólogo, Valencia 
       1930) 
 
      
     Más información  
     El lector puede recabar más información de 
     las siguientes páginas de Internet: 
     
     
     
      
     © 
     Texto: Fanny García (Hipocampo)
      |