El coral rojo 
    (Corallium rubrum) 
    por Josep Mª Dacosta
    
     
    
      
    
    Corallium significa hija del mar 
     a naturaleza animal del coral no fue descubierta
    hasta el año 1722 por el naturalista Peysonnel. Hasta entonces los naturalistas lo
    consideraban un arbusto marino, blando y verde, que al extraerlo del agua se endurecía
    inmediatamente en contacto con el aire: se creía que esta planta sufría una mutación y
    se convertía en un mineral rojizo. Debido a esta razón, el coral lo denominaban también
    árbol de piedra (Litodendrum). 
    El mito del origen del coral lo
    han tratado distintos autores, entre ellos Ovidio en las "Metamorfosis"
    (O. Meta. L. IV 735-752). 
    La mitología explica la gesta de
    Perseo con la Medusa, un monstruo marino alado, recubierto de escamas y con serpientes por
    cabellos, que era capaz de convertir en piedra todo lo que miraba. 
    Andrómeda, hija del rey Cefeo,
    estaba encadenada por un monstruo marino llamado Cetus que quería devorarla. Perseo llega
    montado en un caballo alado llamado Pegaso, corta la cabeza de Medusa y petrifica a Cetus,
    liberando así a Andrómeda. Entonces Perseo pone la cabeza de Medusa sobre un lecho de
    algas que se petrifican, dando origen al coral. 
    Leamos este fragmento, de gran
    belleza, que narra lo que hace Perseo inmediatamente después de matar a la Medusa,
    explicando el origen del coral: 
    
      
        
          
        Perseo libera a Andrómeda y gana su
        amor, pero también se atrae el odio de Cefeo y Casiopea, los padres más desagradecidos y
        egoístas de toda la mitología argólida.  | 
       
     
    "Los gritos y los aplausos
    llenaron las playas y los palacios elevados de los dioses; llenos de alegría, Cassíope y
    el padre Cefeo saludan al yerno y lo proclaman auxilio y el salvador de su casa; libre de
    cadenas avanza la doncella, precio y causa de la gesta.   
    Él lava con agua de las olas las
    vencedoras manos y para que la dura arena no hiera la cabeza erizada de serpientes, pone
    por suelo hojarasca, extiende un lecho de tallos nacidos bajo la mar y pone encima la
    testa de la Forcínida Medusa.  
    Los tallos blandos, que una blanda
    médula mantenía viva, absorben el poder del monstruo y se endurecen con su contacto y
    toman, en las hojas y en las ramas, una rigidez nueva.  
    Las ninfas de la mar prueban a
    reproducir el hecho admirable en diversos tallos y se complacen en volverlo a conseguir y
    renuevan la semilla lanzándola por las olas; todavía hoy tiene la misma naturaleza el
    coral, de manera que toma la dureza por el contacto con el aire, y aquello que en la mar
    era mimbre se convierte en piedra fuera de la mar."
    
    Bibliografía
    "La pesca del corall a
        Catalunya",
        Cuadernos didácticos del Museu Marítim de Barcelona 
    
    
     
    © Texto: Josep
    Mª Dacosta
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