La Gruta Azul
Por Fco. José Echeverría
sta inmersión está algo retirada de Cala en Forcat, hay que pasar por
Pont d'en Gil, la Roca del Indio y recorrer buena parte del acantilado. Durante este viaje
se observa gran cantidad de cormoranes que se zambullen en estas aguas y se pueden ver
rebaños de ovejas que viven en estado semisalvaje, durmiendo en unas cuevas que hay en lo
alto del acantilado. Tal y como se situan en el borde, parecen cabras montesas de la
Sierra de Gredos. En el cielo se pueden ver con frecuencia azores y milanos, que forman
parte de la vida de este paraíso.
Al llegar a la zona de buceo se fondea frente a un alto acantilado, que
tiene marcas horizontales que nos hablan de la historia geológica de la isla. El fondo
aquí es de 30 m., pero cuando nos sumergimos no llegamos al ancla, sino que nos dirigimos
a la pared directamente.
Al llegar allí encontramos unos bloques grandes
de roca, que permiten que pasemos por debajo de ellos y nos vayamos acercando a la pared,
que está horadada por la acción del agua. Al pasar por debajo de un bloque nos
encontramos sin darnos cuenta dentro una bóveda espectacular que llega hasta la
superficie y que hace un arco casi perfecto cuyo punto más alto casi sale del agua.
Las paredes están tapizadas de
organismos multicolores y de gusanos empenachados. El agua al otro lado del arco es de un
azul increíble. Ascendemos hasta la superficie y la bóveda continúa hasta descubrir en
el techo un tragaluz que ilumina la burbuja.
Despues de disfrutar del espectáculo volvemos a
bajar y a la izquierda, sobre las rocas por las que hemos entrado en la cueva se abre otra
sala con el fondo de arena que está habitada por una docena de espirógrafos enormes. A
la izquierda de esta todavía hay una más pequeña donde viven unos cerianthus de varios
colores.
La salida por debajo de las rocas nos
permite explorar su interior, que suele contener corvinas, brótolas, y algún mero
solitario.
Al volver al ancla se alcanza la cota máxima (-30
m.) sobre una posidonia con el suelo de cascajo donde hay numerosas conchas.
Esta es una de mis inmersiones favoritas, y resume
las características del buceo en Menorca: cuevas preciosas, aguas claras y transparentes
que compensan de sobra la cada vez mayor escasez de peces.
© Fco. José Echeverría
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