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A) Concursos "en seco". Son aquellos en los que tu envías las fotos o videos, que has
hecho por tu cuenta donde y como has querido, para entendernos. - Huye sobre todo de aquellos en los que el Organizador dice que no devuelven las fotos. A saber donde acabaran... - Y haz lo mismo, pero despavorido, de aquellos concursetes en los que se reconoce abiertamente, que todas las fotos que entran a concurso, sean premiadas o no, podrán ser publicadas en la revista, grupo de revistas, o donde le salga de la bigotera al Organizador. ¿No veis que lo único que buscan - con poco gasto por su parte en premios generalmente- es hacerse con un banco de imágenes gratis a vuestra costa? Con ello no solamente perdéis vosotros, puesto que usarán vuestra foto a cambio de nada, sino que perjudicáis a aquellos pocos desventurados que intentan malvivir profesional o semi-profesionalmente del mundo de la Imagen Submarina. ¿Quien les va a comprar una foto por cuatro chavos, si la pueden tener gratis, aunque sea flojilla? - En los concursos donde se mandan fotos en papel (vale una pasta un Cibachrome de 40x50) entiendo que el Organizador no se responsabilice de los daños que sufran las fotos durante el envío y devolución (y aún es discutible en esta ultima fase, si no lo envían por un medio seguro), pues está fuera de su alcance. Pero por supuesto, debe responder de la perdida o deterioro de las fotos desde que están en su poder. Lo menos que pueden hacer es devolver el coste de las mismas. Y si no que no organicen nada o vayan con más cuidado. Aunque en las bases del concurso pongan que no se responsabilizan y tú las aceptes, no tiene ningún valor jurídico, puesto que son nulas por vulnerar tus derechos irrenunciables. - Hablando de envíos, es mejor enviar las cintas o fotos por correo certificado o mensajero para que quede constancia del hecho. Si hay que entregar en mano, no estaría de más confeccionar una especie de albarán de entrega y pedir que te lo firmen o sellen. No todo el mundo es serio en este mundillo. - Valora si el coste de las ampliaciones o de una copia en Betacam, junto con los gastos de transporte, y/o la inscripción, te compensa tu participación ¡incluso ganando! En algunos concursos los premios son irrisorios o inexistentes. Ahora eso si, el orgullo y la fama, son difícilmente valorables. (Un servidor, por ejemplo, hace varios años que no participa en concursos donde no existan premios en metálico o especie medianamente decentes, salvo los Federativos) - En aquellos concursos con derechos de inscripción y salvo que no se haya presentado ninguna obra a determinada sección, es muy sospechoso el dejar premios desiertos. ¿A donde va a parar la pasta o el material subacuático que algún sponsor ha cedido? - Y si eres de los afortunados que reciben premio, lo suyo es que éste se entregue el día de la Ceremonia de Clausura. El sistema del cheque falso grandote “y ya te enviaremos la pasta mas adelante chavalín...”, me parece un sistema poco fiable. Un Organizador debe contar con el dinero de los premios antes de que el Concurso se acabe y no después. Sé de gente que nunca recibió su premio... Si solo es una copa, por cuatro maravedíes se encuentran en el mercado trofeos decentes. Las copas de plastiquillo o los trofeos de dudoso gusto se los podrían regalar a su señora madre. - A los premios se les puede aplicar las consiguientes deducciones fiscales, incluso a los que sean en especie (aunque en la práctica no se suele hacer). - Mírate también el apartado de devoluciones para los no premiados. ¿Si no van a exponer tu obra, para que la quieren? Comprueba si ponen un término máximo de devolución. Es intolerable que encima de no “mojar”, tarden 6 meses en devolverte tus obras. - En cuanto al uso de las obras premiadas, su destino solo puede ser su exhibición (por supuesto citando el nombre del autor en lugar bien visible) y/o publicación, en el seno del Concurso. Si se hace en otros lugares, deberá advertirse en las bases, y citarse siempre no solo el nombre del autor sino también la procedencia de la obra. Es decir, que es factible que tu obra se exhiba en un Salón Náutico por ejemplo, siempre y cuando sea para promocionar la próxima edición del Concurso que has ganado o que sea una muestra de la propia edición del año en curso. Lo que no es de recibo, es que tu película sea pasada en un Festival diferente o en un Salón, sin que en los folletos, carteles o el presentador del acto, explique su procedencia. (Como por ejemplo me ha ocurrido a mí, más de una vez con mis flins o piñiculas) El mangoneo entre Organizadores de diferentes actos o eventos relacionados con nuestro mundo es bastante habitual. “Yo te enseño la mía, si tu me enseñas la tuya...“ ¿Y el artista que gana, si ni tan siquiera se cita su nombre? Pensad que en las fotos expuestas, si no se pone el nombre, solo el autor y unos pocos saben de quien son; lo mismo sucede con las “pelis” a concurso en los que se suelen omitir los créditos finales. - Si se van a exhibir las obras a concurso en Internet, o editarse un CD, hay que ir con mucho cuidadín, puesto que están al alcance de todo el mundo. Deben ser publicadas en baja resolución y a poder ser con el nombre del autor incrustado en la foto. De lo contrario, tus bonitas fotos aparecerán rápidamente en Güeb Peichs de dudoso gusto. El propietario de la Web deberá advertir a los visitantes de que dichas fotos tienen su Copyright, y que en caso de vulneración de dicho derecho se actuará contra el infractor. Si eso sucede, el citado propietario debería apoyarte ante una eventual acción legal. - Por supuesto, salvo que el premio sea muy suculento, esté explicitado en las bases y compense, no se podrá hacer uso comercial de vuestra obra. (Y se entiende por uso comercial, cualquiera por el cual, directa o indirectamente, se obtenga algún beneficio. Y la publicidad de un centro, club, entidad o similar, por descontado, supone un beneficio.) Y ello, solo es de aplicación a las obras premiadas, solo faltaría que además de no comeros un “kiki”, el avispado Organizador sacara “plata” de vuestro sudor.
- Pensad que el autor de la obra, incluso las premiadas, siempre seréis vosotros. Y que vuestro derecho a que aparezca vuestro bonito nombre no lo perdéis nunca. Ni después de vender vuestra alma a el diablo. - Es habitual, y legal, que os pidan que tengáis los derechos de las obras presentadas a concurso. Un salmonete no os demandará por publicar su foto en pelotas en Diving, pero una modelo resentida (que las hay) os podría complicar la existencia si no tenéis su aquiescencia. O si le habéis “mangao” la foto a vuestro “cuñao” y la presentáis a concurso a vuestro nombre. Ojito. - Un consejo final, guardaros una copia de las bases o imprimiros las que salen en Internet en su caso, por si después tenéis que hacer alguna reclamación a los Des-Organizadores. Es una prueba que os hará falta. B) Concursos "en mojado". Son aquellos que normalmente organizan las Federaciones y
en los que todo el mundo se sumerge en el mismo lugar, en el mismo momento. - Exigir puntualidad a los Organizadores, no podéis estar vestidos de lagarterana en un muelle esperando dos horas a que venga el paquebote. Ni estaros mascando nerviosamente las uñas en vuestro cuarto, esperando a que os entreguen de una prostituta vez la copia de vuestra filmación para hacer la selección de imágenes. Ni que os obliguen a recoger los carretes a las 6 de la madrugada por su única conveniencia o falta de previsión. - Los barcos, el alojamiento, el “papeo”, y todo aquello que esté en las manos del Organizador debe tener unos mínimos. No olvidéis que lo mas importante de un concurso no son los Organizadores, ni el Ayuntamiento, ni la Federación, ni tan siquiera los sponsors, sois los participantes. Sin vosotros no hay “chou”. Todos los demás son prescindibles, vosotros, irremplazables. - El trato también debe ser casi exquisito, no sois borregos que van a bucear a toque de pito. Eso si, también vosotros debéis respetar los desvelos de la Organización y no aparecer en el muelle con la botella a medio cargar 10 minutos antes de que zarpe el barco. - Por supuesto, nada de cambios de Reglamentación a última hora, o bases ininteligibles pasadas por fax el día antes. Chapuzas no, gracias. Debéis conocer el Reglamento con la suficiente antelación. Los reglamentos con 3 artículos ambiguos y que son desarrollados en la reunión previa a la Competición solo traen problemas, malentendidos y reclamaciones. Todo lo que se dice en ese briefing, podría estar escrito meses antes, si el Organizador dejara de lado su pereza o su voluntario oscurantismo. Y si es necesario, os plantáis y os negáis a participar… que el espíritu del sonado plante en el Open Internacional Medas, años ha, no caiga en el olvido. • El reglamento particular no puede modificar artículos trascendentales o imperativos del Reglamento general, solo puede puntualizar algunos extremos o regular lagunas del general. - No os conforméis con carretes de marca NPI, o con cintas recicladas; el
material de calidad, solo vale un poquito más. Ni tampoco con revelados en
una tienda de todo a 100. Vuestra obra tiene derecho a que sea creada y
plasmada en todo su esplendor. Menos langostinos en la mesa presidencial y
más dinero gastado en material sensible. -Tenéis derecho a que en la zona de competición no se organice simultáneamente una regata o esté previsto el lanzamiento de cenizas de un difunto al mar. (Y no es una de mis coñas marineras, pasaron ambas cosas en el Nafosub de Palamós, palabrita del niño Carlos Jesús) - Si hay periodistas con cámaras de “vidrio” o maquinas de “afotos susmalinas”, es mejor que hagan su trabajo en las inmersiones de reconocimiento. Pues pueden aparecer en las tomas, molestar o enturbiar el agua, por muy profesionales que sean. - Exigir que os den las puntuaciones completas, por apartados. Así podréis ver si hay algún gazapo o en que habéis fallado. Y por supuesto, que os las den en la Ceremonia de Clausura o poco tiempo después de finalizada la labor del Jurado. No cuando ya os hayáis jubilado. - En las clasificaciones deben figurar tu nombre y apellido, tu club y tu federación (si el concurso es federativo, y en función de si es autonómico, local, o nacional ) y el de tu modelo. - Devolución de las fotos: No puede ser que os entreguen las diapositivas, tan llenas de dedos que parezca un cursillo del FBI, ni que os las den al cabo de medio año. Si los originales se quedan en poder de la Organización, como mínimo os deben remitir “duplis” con una calidad decente. - Aun cuando en el Reglamento ponga que el Organizador no se responsabiliza de ningún accidente ocurrido durante la prueba, si se demuestra que es por negligencia o descuido de alguno de sus miembros, ya pueden decir misa... Es una cláusula nula, y por tanto tenéis derecho a montarles un pollo-sub. - Exigir que las normas de seguridad establecidas sean las suficientes y se cumplan. Neumáticas de apoyo para emergencias, un doctor con conocimientos de accidentes de buceo, la Cruz Roja, una ambulancia, etc. - Si el mar está demasiado movido o las condiciones de inmersión son peligrosas, presionar al Organizador para que se anule la prueba o se celebre en la zona de reserva. La seguridad prima sobre los intereses del Organizador. - Si se realiza una proyección o exposición de las obras a concurso, tenéis derecho a que se haga en un local y en unas condiciones dignas. Y a poder ver todas las fotos a concurso, o si es imposible por su larga duración, como mínimo todas las premiadas. Con la cita de sus autores, por supuesto. - Si las fotos se envían a Paginas Web, revistas, u otro tipo de Entidades, para la difusión del resultado del concurso, es responsabilidad de la Organización el que junto con las fotografías se remita un escrito o compromiso por parte del destinatario en el que figure lo siguiente: a): La obligación de que en todas y cada una de las obras publicadas, -y a pie de
las mismas o en su interior-, figurará el nombre del Autor. b) Que en el
texto se expresará a que Concurso pertenecen. c) Y que solo podrán
utilizarse para ilustrar el resultado de dicho Concurso. d) Que serán
devueltas por un medio seguro, después de su publicación. Si se desea
emplear alguna como foto de portada, esto ya excede los límites, y debería
acordarse su publicación directamente con el Autor. - En concursos Federativos, deben imperiosamente ser Jurados titulados. En el resto de concursos, deberán ser personas ligadas a la Fotografía o al Vídeo, a poder ser, de reconocido prestigio; pero siempre y en todo caso, submarinistas. La experiencia nos tiene demostrado que un gran fotógrafo de tierra, suele patinar al puntuar fotografía submarina, por el desconocimiento del medio, sus dificultades, las especies, etc. - Hay que huir como de la peste de los jurados “políticos”: el cuñao del alcalde, el regidor de cultura del Ayuntamiento, un amigo de uno que una vez vio un documental de Cousteau por la tele, la prima del Director Comercial del sponsor principal, y demás fauna... Horror y crujir de dientes ante sus veredictos, aunque sean bienintencionados. - El jurado debe conocer perfectamente el Reglamento. ¿Si no como va a detectar irregularidades o ser justo en sus apreciaciones? - La mujer del Cesar no solo tiene que ser justa, sino también parecerlo. No deberían permitirse miembros parientes de los participantes, o con intereses comerciales comunes. - Los miembros del Jurado no deberán estar presentes durante los entrenamientos, ni durante la competición, edición, etc. para evitar posibles influencias o suspicacias. - Los jurados no deben utilizar su labor para premiar a sus amiguetes, ni utilizar su cargo para venganzas personales. - Para que el resultado sea mas justo y evitar “mamoneos” varios deberían ser como mínimo 3 y a poder ser 5 o mas. - Los jurados deben desconocer en todo momento a quien pertenece la obra que juzgan; y si lo descubren por su estilo, la modelo u otra circunstancia, deberán abstenerse de influenciar con su comentario a los otros miembros. - No deben dejarse influenciar no solo por el nombre de los participantes, ni para bien ni para mal, ni por los intereses más o menos ocultos o públicos del Organizador, Sponsors, u Oficina de Turismo de turno. -Los miembros del Jurado más preparados, no intentaran hacer prevalecer su criterio sobre el de los demás. - Deben ganar los mejores, y si todos son extranjeros, pues a despabilar los nacionales; pero también a la inversa, si los mejores son los de aquí, no hay que meter con calzador a uno de Swazilandia para que quede mas Internacional el Concursete. - Si en algún concurso existe un jurado de Preselección (normalmente en aquellos multitudinarios) deberá dejarse dicha tarea a varias personas -que no deberían formar parte de la Organización- no solo a una, y además que cumplan las características mínimas de idoneidad que ya hemos analizado. Si bien no pueden hacer ganar a quien no se lo merece, si pueden evitar que sea juzgada la obra de uno de los posibles ganadores. Y eso es muy grave. - Los jurados deben ser personas responsables y pensar que detrás de cada
obra hay una persona que ha invertido mucho tiempo, dinero, y esfuerzo en
obtenerla. Aunque sea una patata de foto. Por tanto, como mínimo debe
realizar dos pases de las obras a concurso. Y dedicarles todo el tiempo que
sea necesario para que la puntuación final sea justa. Si no tienen ganas o
tiempo, que no acepten el cargo. - Si en la publicación se empieza a mover algo de dinero o no son gente de confianza, es mejor firmar por adelantado un contrato, especificando los límites de la publicación, sus usos, cantidad acordada, fecha de pago, etc. Si van de buena fe, no pondrán ningún impedimento. Si se resisten, mala señal. - Si las enviáis por correo, mejor certificado o por “mensaca”. Así queda constancia. Si es por Internet, no serán muy buenas... porque un archivo de 2 Mb no da “pa” mucho. Aún así, imprimid copia del emilio. - Salvo que sea parte de un encargo y así esté pactado, no remitáis nunca originales. Si se pierden por el camino, que no os pase “ná” con Correos. Os los pagaran a peso. Y si se pierden en alguna revista, la mayoría no se querrá hacer cargo de los daños y perjuicios causados. Pleito asegurado. Pensar que la cadena es larga, y en cualquier lado se puede romper un eslabón: Correos> recepción de la revista >redactor jefe o dire > director de arte -los que tienen, que son pocos- > escanista o imprenta > redactor-jefe > Dpto. de envíos > Correos. - La mayoría de fotos se sacan de los marquitos para su “escaneo”, rompiéndolos; también se graba con un punzón una referencia en la zona de las perforaciones. La posibilidad de rayarla, doblarla, llenarla de “dátiles” o recolocarla en el marquito de un fotógrafo de Logroño es alta. - El que pongan tu nombre en la foto, no es ningún favor, es uno de tus derechos inalienables. A nadie se le ocurre exponer un cuadro en un museo o galería, sin una plaquita o la firma en el propio lienzo, indicando el nombre del autor. ¿O habéis oído alguna canción por la radio sin que el locutor diga el nombre de uno de los de Operación Triunfo? ¿A que no? ¿Es la fotografía un arte inferior a la pintura, la canción o al macramé? Para muchos parece ser que si... - Es lícito, que si todas las fotos del artículo son tuyas, solo se ponga el nombre del autor al principio o al final del mismo. Pero lo que no debes admitir, es que en un reportaje con fotos de varios autores, se diga, Texto: Fulanito y Fotos: Menganito, Zutanito y Perenganito. ¿Como sabe el lector que foto es la tuya, y cual la de aquel “matao” que es cuñao del Director de la revista? - En los libros, la cosa ya clama al cielo. Es práctica habitual, aunque injusta, el que el nombre del autor salga al final junto con el número de la página donde aparecen sus fotos. Pero lo que ya es de Juzgado de guardia, es cuando se acude a la cita a mogollón, Fotos: Y el nombre de 200 “probes desgraciaos”. ¿Como sabe el lector, cual de las 300 fotos del libro es la tuya? ¿A que si es un libro con varios autores, en cada capítulo se pone a quien pertenece...? - Tampoco me sirve que se olviden de tu nombre en una foto o artículo y que al cabo de un mes, salga en la Fe de erratas. ¿Quien se las lee, salvo el perjudicado? El daño ya está hecho. - El nombre debe ser visible y no dar lugar a dudas de a que foto pertenece. Hay maquetadores que parece que se hayan fumado tres porros cuando los colocan. Si ponen tu nombre en azul encima de un paisaje marino, no habrá deidad que lo pueda reconocer.
- Hablando de maquetadores artistas... Muchos trabajan con el “ordenata” olvidándose de que luego lo que ven en pantalla, va sobre papel impreso. Una revista o libro tiene un “problema técnico” que se llama “mengua”, es decir el espacio que se come el lomo de la publicación al ser encuadernada. Existen “maquetos” descerebrados que se olvidan de lo anterior y colocan la cara de la modelo, el ojo del pez o el punto de interés de turno, en la zona de mengua. Resultado: Una foto destrozada y un autor cabreado. - Y ya ni hablemos de aquellas publicaciones donde el maquetador no se lee previamente el articulo (su deber) y coloca las fotos que van con la introducción al final, y las que se mencionan al final del texto en la pagina de apertura. O los “enteraos” que publican unos delfines nadando panza arriba (acabo de comprar un libro así, con una foto de José Luis González tal como describo) o la famosa foto del tiburón de Scuba con la dorsal apuntando hacia el fondo del mar. Por si acaso, es mejor marcar las fotos con una flechita o marca para indicar su sentido de visionado...aunque si las desmontan del marquito, para poco servirá. - Tenéis derecho a que la maquetación, el papel y la calidad de impresión sean las adecuadas para vuestra obra, que tanto os ha costado. Si la foto estaba correctamente expuesta, ¿porqué no se ve un “carallo” cuando la publican? Es como radiar una canción distorsionada por FM. - Si vuestra obra era vertical, no tienen derecho, salvo que os lo pidan antes, a convertirla en horizontal. Ni a mutilarla por conveniencias del guión... A nadie se le ocurriría reproducir el Guernica sin el caballo.
- Ya sé que hace mucha ilusión que le publiquen a uno sus primeras fotos (o alguno que se arrastra por el fango, sus ultimas) pero, por el amor de Neptuno, no las regaléis. Estáis devaluando vuestra creación. Poca credibilidad, respeto y reconocimiento tenemos ya los fotógrafos o cámaras de vídeo submarinos para que además, haya gente por ahí regalando su obra. Algo que es gratis, o todo a 100, no es valorado ni por quien lo da, ni mucho menos por quien lo recibe. Cuando veáis en alguna publicación: fotos “cedidas” por fulanito. Pensar, tate, uno que quiere escalar puestos a toda costa, o una vieja gloria que no quiere caer en el olvido. - Cuando acordéis el precio de vuestras fotos, dejad bien claro su uso. Pues lo que vendéis no es la foto, sino su uso por una sola vez. No es lícito pues, que sea utilizada por otra revista, aunque sea del mismo Grupo, ni que la vuelvan a publicar 2 años después sin pagaros ni un maravedí por ello. Salvo que la cuantía sea alta, y/o se pacte expresamente, las fotos no se venden en exclusiva. - Si os piden un reportaje, no consintáis que os lo retengan 2 años. Si les interesa, que lo publiquen; y si no que te lo devuelvan, y así lo podrás ofrecer a otras publicaciones. - Si trabajáis con un banco de imágenes, deberéis confiar ciegamente en
ellos, puesto que el control que podéis ejercer sobre donde, como y cuando
se publica vuestra obra será prácticamente nulo. Tened firmado un contrato
bien detallado con todos vuestros derechos y deberes. Y por supuesto, con la
posibilidad de resolverlo y pedir daños y perjuicios si os sentís engañados.
Deberíais exigir una copia de lo publicado, para vuestro archivo y control.
Así como para verificar de que aparte del bonito nombre de la Agencia, sale
el vuestro. Que menos. Las agencias no hacen fotos, solo los fotógrafos.
• Es práctica habitual de muchos laboratorios hispanos, el entregarte un resguardo donde va escrito que en caso de perdida o deterioro de vuestro preciado carrete, solo se responsabilizan en entregarte otro rollo. Fantástico. Con un rollo virgen os podéis ir otra vez a Australia, a
fotografiarle las amígdalas al tiburón blanco que había en el carrete que el
chapuzas del laboratorio os ha sumergido en sosa cáustica, por error. • Los listillos siguen otra táctica, en algún lugar poco visible indican que si las fotos que contiene el carrete son valiosas, debes notificarlo al laboratorio y correr tú con los gastos de un seguro especial para dicho revelado. ¿Por qué cuernos tengo que pagar mas dinero para que me hagan el trabajo como Neptuno manda? ¿Por qué no se sacan ellos el seguro de responsabilidad civil, como tengo yo el mío para conducir o hacer de picapleitos? ¿Ah, que es otro gasto? ¡Recorcholis! (no me dejan poner palabrotas) con lo que cobran algunos, ya lo amortizarían rápido, ya! • Y los más listillos lo hacen aún mejor, no te dan resguardo. (Incumpliendo la normativa). Así siempre te pueden decir si se cargan tu viaje al Mar Rojo, aquello tan socorrido de: ¿Carretes, que carretes? Alguno me podrá decir, que con irse a otro laboratorio que sean menos “espabilaos” todo arreglado. Vale. ¿Pero y si resulta que has tirado algún carrete de AGFA Scala (Diapo en blanco y negro)? El único laboratorio de toda Españavabien que los procesa es Manual Color en Barcelona. Y hete aquí, que este es uno de los superlistillos. Si no montas un superpollo en la tienda y pides que salga el encargado, sus dependientes/as tienen instrucciones de no dar nunca ningún resguardo. Muy astuto y sospechoso. • Todas estas cláusulas por abusivas, son nulas de pleno derecho. Como si no existieran. • Y si tienes un problema con un laboratorio. Por supuesto, guarda el resguardo como oro en paño. Primero, intenta una negociación amistosa con ellos. Si se ponen “bordes”, acude a las Juntas Arbitrales de tu Comunidad Autónoma y si aún así no llegáis a un acuerdo satisfactorio, acude a un abogado experto en estos temas. (No todos lo son). Y ármate de paciencia, un pleito puede durar entre varios meses y tres años. Eso si, si ganas, la parte contraria deberá abonarte las costas (los gastos de tu abogado y procurador). Si no te dan la razón, has perdido, tu honra, tu tiempo, tu dinero... y tus fotos. • CONSEJOS FINALES. No seas “rácano” con tus fotos y no acudas siempre al “Fotopiss” de la esquina o a un revelado en “diez milésimas de segundo”; vete a un laboratorio decente. • Si vienes de un viaje de submarinismo, cargado de carretes e ilusiones, no los lleves todas de golpe, hazlo por lotes. Así, si el gafe se ceba en ti, no lo hará totalmente. Y a poder ser, no vayas el 1 de septiembre, que hay overbooking. • Si te es posible, llévalas directamente al laboratorio; si las llevas a
una tienda de “afotos” sin infraestructura propia, triplicas la posibilidad
de perdidas. (La tienda, el “mensaca” y el laboratorio) Ejemplos de abusos contra la propiedad intelectual © Carlos Virgili RISCK 2003
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