Cómo adaptar un flash Sea&Sea 
	YS50  
	con conector de Motormarine II  
	para el conector de Nikonos 
    
    Por
    Miquel Pontes
	 
	
	
		
		IMPORTANTE 
		
			
				EL AUTOR DE 
				ESTE ARTÍCULO NO ASUME NINGUNA RESPONSABILIDAD POR LOS ERRORES 
				COMETIDOS POR LOS LECTORES NI POR LOS POSIBLES ERRORES QUE 
				CONTUVIERA ESTE ARTÍCULO.  
				 
				EL LECTOR ASUME QUE, DE MODIFICAR LOS CIRCUITOS DEL FLASH, 
				INVALIDA LA GARANTÍA DEL MISMO Y QUE PUEDE DAÑAR SU EQUIPO 
				FOTOGRÁFICO.  
				EL RIESGO DE 
				DAÑOS A PERSONAS O EQUIPOS POR LA IMPLEMENTACIÓN DE ESTAS 
				MODIFICACIONES ES RESPONSABILIDAD ÚNICA y EXCLUSIVAMENTE DEL 
				LECTOR. 
			 
		 
	 
	
	  
    
	 quellos 
	fotógrafos submarinos que nos hemos formado a base de paciencia y mediante 
	la técnica de ensayo y error, a menudo acumulamos un montón de trastos en 
	casa, relacionados con nuestra afición. Algunos de nosotros tenemos incluso 
	algún flash submarino guardado, de aquella antigua cámara que nos vendimos, 
	o que se inundó en un fatídico día...  
	Siempre he sido escrupuloso con las juntas tóricas 
	de todos los cachivaches que llevo conmigo en mis inmersiones; lubricándolas 
	puntualmente, especialmente antes de las inmersiones, sacándolas de sus 
	ranuras cuando no se van a usar durante mucho tiempo... pero incluso con 
	estas precauciones a veces ocurren desgracias. 
	MI EXPERIENCIA CON LA 
	SEA&SEA MOTORMARINE II 
	
	 Hace 
	muchos años me estrené en la fotografía submarina con la cámara Sea&Sea 
	Motormarine II con su flash independiente YS-50.  
	Esta magnífica cámara me prestó valiosos servicios 
	durante varios años, hasta que un buen día se inundó. No quiere decir que yo 
	viera agua por ningún lado, pero el flash empezó a dispararse solo, otras 
	veces no se disparaba al tirar la foto...  
	Sospechando lo peor, la envié a reparar, y el 
	dictamen de los técnicos fue que había entrado agua y había afectado a los 
	circuitos.  
	Las tóricas estaban bien, por lo que sospecho que
	la culpable de la entrada del 
	líquido elemento fue la deformación de 
	la caja de plástico por el efecto palanca del flash externo y de la pletina 
	a la que estaba fijada la cámara, que en algún momento debió soportar más 
	tensiones de las que estaban calculadas. La reparación: casi tan cara como 
	una máquina nueva... al menos eso decía el presupuesto.  
	Cuando las cámaras llevan más electrónica que 
	mecánica estas cosas pasan, y es el momento adecuado -si las finanzas lo 
	permiten- para subir un peldaño en la escala de fotosub en vez de tropezar 
	de nuevo en la misma piedra.  
	
	 Tal 
	vez podemos optar por un modelo más evolucionado, con mejores ópticas, como 
	la venerable Nikonos V (un clásico que, lamentablemente, ya no se fabrica) o 
	las cajas estancas para cámaras reflex terrestres. 
	Pero volvamos a mi caso. Resulta que no se inundó 
	todo el material: el flash submarino estaba en perfecto estado. Desde la 
	inundación y muerte de la cámara, el pobre flash había quedado olvidado en 
	un cajón.  
	Y, casualidades de la vida, para la nueva cámara 
	necesitaba un flash... hay muchos modelos y precios, dependiendo del 
	fabricante, pero hay un estándar abrazado por un buen número de cajas 
	estancas del mercado: el estándard Nikonos.  
	
	 Mi 
	nueva cámara seguía este estándar y recordé que el manual del flash que ya 
	tenía, hablaba de dos versiones del flash, una para Nikonos (YS-50/N), y 
	otra para Motormarine (YS-50/S). Sospechando que la electrónica podía ser la 
	misma, investigué un poco más... 
	Desde joven siempre me ha apasionado la electrónica; 
	desde siempre me encanta abrir todos los aparatos que no funcionan bien para 
	averiguar cómo están hechos y cómo funcionan... algunos puedo incluso 
	arreglarlos, pese a no ser profesional del tema.  
	MANOS A LA OBRA 
	
	 Entonces 
	se me ocurrió abrir el flash Sea&Sea YS-50 que tenía olvidado en el "cajón 
	de sastre". La operación de abrirlo es extremadamente sencilla.  
	Como paso previo debemos extraer las pilas que 
	alimentan el circuito. Es una precaución básica pues el circuito genera 
	altos voltajes, de hasta 300 voltios, que quedan almacenados en el 
	condensador incluso cuando el flash está apagado.  
	Hay que evitar tocar los contactos del circuito para 
	ahorrarnos desagradables sorpresas. Debo recordar al lector que estas 
	operaciones invalidan -evidentemente- la garantía del fabricante. 
	En la unión de la carcasa negra con la transparente 
	hay tres tornillos equidistantes, tapados por sendas etiquetas. 
	Se levantan las etiquetas con cuidado, 
	se extraen los tornillos (cuidado, no hay que perderlos) y se separan las 
	dos mitades de la carcasa tirando hacia fuera, generosamente pero con 
	cuidado.  
	
	 Una 
	vez separadas las dos partes, veremos que hay una junta tórica que se 
	encarga de la estanqueidad; la separaremos y lubricaremos con grasa de 
	silicona antes de volver a montarla en la pieza transparente que apartaremos. 
	El circuito queda fijado a la mitad negra de la 
	carcasa. Esta parte alberga las pilas, fija el circuito y también tiene la 
	junta pasacables por la que entra el cable de disparo que viene desde 
	nuestra cámara de fotos.  
	
	  
	  
	Sacaremos el conector del circuito y desmontaremos 
	tambien la rosca del pasacables para extraer el cable que conectaba el flash 
	a la Motormarine. 
	Esta rosca pasacables alberga otra junta tórica en 
	su interior que aprieta el cable y evita la entrada de agua al flash. 
	También la lubricaremos con grasa de silicona una vez extraída.  
	  
	EL CABLE DE NIKONOS 
	
	 Este 
	fue uno de los puntos más dificiles de conseguir. En ningún sitio conseguía 
	que me vendieran un conector tipo "Nikonos", pero un golpe de suerte me dió 
	la solución. 
	Resulta que el flash Sea&Sea YS120 dispone de un 
	cable de flash que se conecta al cuerpo del flash con un conector específico, 
	y por el otro extremo es un conector Nikonos.  
	Bastó con pedir un cable de recambio para el flash 
	YS120 y, aunque un poco caro (cerca de 60€) fue la solución perfecta. 
	
	 Como 
	vemos en la foto adjunta, el conector específico del flash es propietario de 
	Sea & Sea, pero el otro extremo es el de Nikonos estándar de 5 contactos. 
	Cortamos el extremo Sea&Sea a ras del conector y lo 
	descartamos, quedándonos con el cable Nikonos. Pelamos el extremo del cable, 
	unos 4 cm. bastan. Luego pasamos el cable por el pasacables (no debemos 
	olvidar la junta tórica del cable). 
	Vemos en el circuito impreso del flash que hay dos 
	conectores, uno marcado como MMII para la MotorMarine II, y otro marcado 
	como NI para el conector Nikonos. 
	Los más "manitas" intentarán conectar el cable al 
	circuito impreso mediante un conector adecuado. Para los que no disponemos 
	de este lujo, ni de las herramientas para crimpar los terminales a los 
	cables, deberemos conformarnos con soldar las conexiones.  
	
	  
	Si empleamos el cable del flash YS120 los colores 
	son los que aparecen en la fotografía (verde, negro, amarillo, rojo y blanco, 
	por este orden, desde el centro del circuito hacia el exterior). Si 
	empleamos cables de otros flashes submarinos, deberemos seguir este otro 
	esquema: 
	
	  
	El conector Nikonos de este gráfico aparece visto 
	frontalmente, y nos serviremos de un multímetro para averiguar el color de 
	cada cable. Hay que tener presente que si nos equivocamos podemos estropear 
	los circuitos internos del flash y/o de la cámara.  
	
	 Podemos 
	incluir una lámina de plástico entre las conexiones para evitar que, por 
	movimientos del cable al proceder al montaje de la unidad, las conexiones 
	entren en cortocircuito. 
	Procederemos a ajustar el pasacables con una llave 
	fija, tirando del cable, que debe quedar atrapado pese a tirar generosamente 
	de él. 
	Cerraremos la tapa (sin olvidar la tórica) y la 
	fijaremos con los tres tornillos originales. También volveremos a pegar los 
	adhesivos que tapan los tornillos y que reducen la suciedad en ellos.  
	 
	Con el conector Nikonos cerrado con la tapa original (ver foto inferior), la 
	primera prueba es sumergir en agua el flash y su cable durante unos segundos. 
	Si se observan burbujas, deberemos sacarlo inmediatamente, volver a 
	desmontar la unidad y comprobar que el montaje ha sido correcto.  
	
	  
	Si no hay burbujas, dejaremos el flash en agua 
	durante unas horas y, posteriormente comprobaremos que no ha entrado agua. 
	Para facilitar esta comprobación, yo opté por extraer el plástico que tiene 
	la marca y modelo del flash y que oculta la electrónica en el flash 
	original. 
	Si la prueba ha tenido éxito, la siguiente prueba es 
	en el mar... 
	¡ Felices inmersiones ! 
	
		  
		
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    © Miquel Pontes  2005  |