En busca de respuestas 
    CIENTÍFICOS
    DE TODO EL MUNDO  
    EXPLORAN EL HIELO DE LA ANTÁRTIDA  
    "El cambio
    climático global conlleva serios riesgos para la salud humana. Los aumentos de
    temperatura harán que se incrementen los casos de insuficiencia respiratoria, asma,
    alergias y paros cardiacos. El incremento de insectos, como los mosquitos, disparará los
    casos de malaria, encefalitis y fiebre amarilla, incluso en aquellas zonas del planeta
    donde estas enfermedades no se dan en la actualidad". 
    Cita de:
    Robert K. Musil. 
    Director Ejecutivo del Centro de Responsabilidad Social. Colorado (USA). 
     Científicos
    de todo el mundo están explorando el hielo de la Antártida en busca de  respuestas para la pregunta
    formulada en nuestro título. Envueltas en el hielo están las pruebas de períodos
    glaciares, de erupciones volcánicas y, por supuesto, de los períodos de cambio
    climático. Estas pruebas están encriptadas en diminutas partículas, en moléculas poco
    comunes y en las propias propiedades del hielo. De su estudio se obtiene la historia
    continuada de miles de años de cambio climático, lo que hace ver el peligro que corre
    nuestro más próximo destino. 
    Un poeta conocido afirmó
    en uno de sus libros que el fin del mundo llegaría de la mano del fuego y del hielo.
    Cuatro años después de la publicación de ese libro, un grupo de geofísicos ingleses y
    canadienses encontraban evidencias que daban la razón al poeta. Estas evidencias,
    extraidas de las capas de hielo de Groenlandia, se basaban fundamentalmente en el
    dramático cambio climático que estaba sufriendo el planeta en un muy corto período de
    tiempo.  
    Hace unos 11.500 años, Groenlandia
    de repente se enfrió y se cubrió permanentemente de hielo, pasados unos 1.500 años
    desde esa fecha se calentó produciéndose el deshielo de toda la isla y después se
    volvió a enfriar para quedar en el estado helado que actualmente tiene en la mayoría de
    su superficie. Este cambio fue muy sustancial, pero se produjo en un largo período de
    tiempo. La velocidad del último cambio climático producido en la isla fue mucho más
    rápida: Groenlandia se calentó en 1,2 grados centígrados en tan sólo tres años. 
    Una fluctuación
    climática, que hiciera aumentar la temperatura global de forma preocupante, supondría el
    deshielo de las grandes masas heladas de La Tierra, causando de forma inmediata un gran
    aumento en el nivel de las aguas marinas que inundarían grandes núcleos costeros de
    población y sepultarían las tierras más fértiles del planeta. 
    Después de las
    investigaciones llevadas a cabo en Groenlandia, la comunidad científica mundial está
    uniendo sus fuerzas en el estudio de las capas heladas de la Antártida. Algunos de los
    estudios llevados a cabo en la Antártida han mostrado grandes variaciones naturales,
    desde hace miles de años hasta la actualidad, en la temperatura global del planeta y en
    la concentración de dióxido de carbono. Pero estas variaciones u oscilaciones naturales
    no son tan grandes como las producidas por el resultado de las actividades humanas. La
    comunidad científica tiene asumido que cualquier cambio climático causado directamente
    por las actividades del hombre ocurrirá en muy pocas décadas; ese cambio, de forma
    segura, causará grandes desastres globales. 
    Si ese gran cambio
    climático se produce, el efecto inmediato que causará será el colapso (agrietamiento o
    ruptura) y posterior deshielo de toda la capa helada del oeste de la Antártida. WAIS
    (West Antartic Ice Sheet - Superficie helada del oeste antártico) es la masa helada mayor
    del planeta, desde la superficie marina, y muchos metros por encima de ella, llega hasta
    el mismo suelo oceánico. Tiene unas dimensiones tan gigántescas que una erupción
    volcánica producida en su superficie sólo causaría un hoyuelo. Si esta gran masa helada
    se derritiera por completo el nivel de las aguas marinas aumentaría, en todo el mundo,
    6,1 ms. lo cual inundaría ciudades como Londres, Yakarta, Miami, Rio de Janeiro,
    Valencia, etc. 
    El proceso de deshielo de
    esta gran masa helada puede ya haber comenzado. Algunos cambios producidos en el clima de
    la Antártida son ya conocidos por los científicos y además se están produciendo, de
    forma alarmante, desde hace sólo unas pocas décadas. En la década de los 70, estos
    cambios climáticos ocasionaron la desaparición, en tan sólo cuatro años, de una
    porción de hielo de similares dimensiones que Noruega. 
    El retroceso (e incluso la
    desaparación) de glaciares en Europa y Norteamérica y el incremento en la severidad con
    la que se manifiestan ciertos eventos atmosféricos y naturales son claras pruebas de los
    cambios climáticos globales que se están produciendo. Para tratar de especificar a qué
    velocidad se están produciendo estos cambios, la comunidad científica, que está en la
    actualidad estudiando el hielo antártico, se basa en los hallazgos presentes para
    comprender que ocurrió en el pasado y mediante la valoración y análisis del pasado y
    presente poder predecir el futuro. Pero, claro está, estos estudios requieren cierto
    tiempo. Por ejemplo, el equipo de perforación, necesario para acceder a las distintas
    capas de hielo, sólo puede trabajar durante cuarenta días al año. A medida que este
    equipo baja en profundidad aumenta la presión a la que están sometidas las capas de
    hielo que allí se encuentran y que muchas veces, al intentar subirlas a la superficie, se
    rompen en mil pedazos,   
    teniendo que iniciar la operación de nuevo. Así pues, todo esto hace que el trabajo,
    sólo de extracción de las diferentes capas de hielo, sea muy lento y en ocasiones un
    verdadero suplicio. A esto hay que sumar la díficil tarea de transportar las capas de
    hielo extraidas hasta los laboratorios, que generalmente se encuentran en Europa o
    Norteamérica. Antes de poder llevar a cabo ese transporte, los bloques de hielo extraidos
    tienen que ser almacenados durante un año a -23,5 grados centígrados en cámaras
    especiales situadas "a píe de extracción". 
    Antes que la comunidad
    científica determine si WAIS se colapsó en el pasado, para poder predecir el futuro,
    tendrá que responder a otras cuestiones de suma importancia: 
    1) ¿Qué causa o agente
    provoca el colapso?. 
    2) ¿Cuál es la duración en el tiempo del colapso?. 
    3) ¿Es la capa de hielo más grande o más pequeña de los normal cuando se produce el
    colapso?. 
    Aunque las masas de hielo
    parezcan totalmente rígidas no es así en realidad, en muchas de sus zonas existen
    movimientos muy lentos de fluido. Una vez que un bloque llega a los 396 ms. de espesor la
    tensión o presión provocada por su propio peso tiende a forzar su propagación
    rápidamente, es decir, aumenta el tamaño de ese bloque de forma paulatina y rápida,
    dejando en su interior esas zonas de movimiento de fluido que anteriormente
    mencionábamos. Desde que WAIS sobrepasó los 4.267 ms. de espesor, las capas de hielo que
    lo forman han estado continuamente, y de forma muy rápida, desplazándose desde el
    interior del bloque hacia sus extremos provocando, además de una gran inestabilidad del
    propio bloque, que en el interior queden ámplias zonas líquidas que se mueven con cierta
    rapidez. Tan pronto como la acumulación de líquido en el centro del bloque compensa la
    cantidad de hielo perdida en esa zona el bloque queda estabilizado. 
    Si todo el anterior proceso ocurre de
    forma lo suficientemente rápida llegará un instante en el que algunas capas de hielo se
    transformen en vapor, permitiendo que el agua marina que les rodea sufra un cierto
    calentamiento debido a ese vapor. Este agua marina, más caliente de lo habitual, que
    rodea al bloque helado comenzará a resquebrajarle. Esta es la forma natural de colapso de
    las masas heladas, que provoca un aumento global del nivel del mar. Varias investigaciones
    realizadas, y ya comprobadas, indican que WAIS, en la actualidad, está sufriendo este
    proceso de colapso. Pero esto no significa que este proceso haya comenzado recientemente
    sino que las investigaciones demuestran que se inició hace ya miles de años, por lo que
    el colapso final podría no llegar hasta unos cuantos miles de años más. Pero lo
    anterior es un proceso natural, si las actividades del hombre influyen en ese proceso
    natural la llegada del colapso final de WAIS es totalmente impredecible. 
    Hay evidencias actuales,
    aunque indirectas, que indican que WAIS puede estar sufriendo, debido al colapso, un
    proceso de disminución de su volumen total de forma más rápida de lo normal. Estas
    evidencias provienen del siguiente análisis: el nivel global del mar, en la actualidad,
    aumenta aproximadamente 3 mms por año, el 44% de ese aumento está demostrado que es
    debido a la expansión térmica del agua marina, causada directamente por el aumento
    global de la temperatura que se está produciendo en la actualidad, el resto, un 56%, se
    cree, de forma casi segura, que se debe al colapso de las masas heladas y en especial de
    WAIS. 
    El registro climático
    muestra que los 8.000 años de civilización humana transcurridos hasta la fecha, desde la
    creación de las primeras ciudades hasta la conquista del espacio, han tenido lugar
    durante un período de extraordinaria estabilidad climática, aunque se hayan producido
    grandes cambios como los mencionados anteriormente. De estos 8.000 años, los últimos
    150, que son los que han conocido la industrialización y la era de la información, han
    sido los más remarcadamente constantes y "clementes". Debido a esto, la
    humanidad tiene la única experiencia de que el clima es estable y generalmente cálido.
    Pero aquellos que han estudiado el pasado conocen la diferencia: "el clima puede
    actuar con un cólera brutal y con las actuaciones del hombre le estamos empujando a
    ello". 
  
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