Predecir el Océano 
    por Antonio Ruiz  
    Publicado en El País, 25.2.98
    
     
    
     l océano ejerce el control del clima. Los cambios
    de circulación de sus corrientes oceánicas producen "Niños" anómalos,
    glaciaciones, sequías; en esencia, cambios climáticos. Sobre el océano se realiza el
    transporte de mercancías en la aldea global que es ahora la Tierra. En el océano está
    una de las fuentes esenciales de alimentos para sus pobladores. El movimiento de las aguas
    produce accidentes de forma constante y las pesquerías se están agotando. Las olas y las
    tormentas causan daños considerables en las costas. 
    La idea de nuestra civilización
    occidental de controlar la naturaleza pasa en este caso por conocer y predecir el
    funcionamiento del océano. Tenemos ideas bastante correctas de cómo funciona el océano,
    pero no lo sabemos con rigor. No podemos predecir la evolución de las corrientes marinas
    ni de las temperaturas y salinidades del mar de una forma exacta y rigurosa. 
    Estamos acabando el siglo XX.
    Llevamos 300 años de física y se nos plantea si el universo es realmente un ente de 10 o
    más dimensiones. Nos preocupamos por investigar el comienzo del universo. Pero somos
    incapaces de resolver las primeras ecuaciones planteadas en la física: las ecuaciones de
    Newton. Cuando éstas se aplican a un sistema de muchas partículas idénticas en
    interacción, es decir, a un fluido, cuando este fluido es agua sobre una esfera en
    rotación, desconocemos su solución exacta. 
    ¿De qué sirve plantear
    ecuaciones cada vez más complicadas si somos incapaces de resolver las más sencillas? El
    océano es un desafío para la sociedad y para la física. La física trabaja con
    ecuaciones y observaciones. La resolución de las ecuaciones depende de la existencia de
    mejores ordenadores y de un esfuerzo en los métodos de tratamiento de ecuaciones
    complejas. Pero sin observaciones, la solución de las ecuaciones es un ejercicio
    académico. 
    El océano es difícil de
    observar. Se precisa observar de forma continua su estructura tridimensional. Tenemos
    observaciones de su superficie hechas sin rigor por los barcos desde el siglo XIX, con
    rigor desde 1950. De la superficie también tenemos datos de satélites. Para obtener la
    estructura tridimensional es preciso hacer campañas de medida mediante barcos
    oceanográficos y, sobre todo, fondear y mantener boyas de medida. 
    EE UU mantiene una serie de boyas
    fijas a lo largo del Pacífico ecuatorial, boyas a la deriva en la cuenca del Pacífico,
    otras cerca de sus costas y va a instalar algunas boyas en el Atlántico ecuatorial.
    Europa tiene boyas de medida de oleaje en Noruega, Holanda, Reino Unido, Italia y Grecia.
    Pero el conjunto más completo de sistemas de medida del océano cerca de las costas lo
    tiene en estos momentos España, gracias a una iniciativa de Puertos del Estado y del
    Centro de Estudios y Experimentación del Ministerio de Fomento. 
    A finales de 1998 habrá en torno
    a las costas españolas nueve boyas oceanográficas complejas, unas 24 boyas de medida de
    oleaje escalar, cuatro boyas de oleaje direccional, cinco radares de medida de oleaje, 14
    mareógrafos y 30 estaciones meteorológicas costeras. Estos sistemas proporcionan los
    datos en tiempo real a los modelos que hacen la predicción de la evolución del océano;
    datos y salidas de modelos se archivan día a día con un estricto control de calidad.
    Estos archivos son los que permiten mejorar el conocimiento del océano. 
    El conjunto de datos en tiempo
    real, predicción y archivo se conoce como oceanografía operacional. En toda Europa se
    están diseñando los instrumentos administrativos, en forma de institutos o agencias,
    para realizarla. España está en la mejor posición en este momento para liderar la
    actividad de la oceanografía operacional en Europa, pero se necesita el compromiso firme
    y decidido del Gobierno, a través del organismo más competente, para mantener el sistema
    instalado, los modelos y el equipo humano que la realiza en este momento de una manera
    excelente pero incompleta. 
    Antonio Ruiz de Elvira es
    catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá de Henares y director del
    departamento de Clima Marítimo de Puertos del Estado. 
    
      
    
    © Texto:
    Antonio Ruiz
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