Túneles en Sant Feliu 
    (Girona, España) 
    por Josep Mª Dacosta
    
     
    
      ant Feliu de Guíxols es una agradable población de la Costa Brava (Girona,
    España). Está ubicada entre el Mediterráneo y la sierra litoral, una cordillera
    constituída por rocas graníticas y por otros materiales también plutónicos.  
     
    El paisaje resultante en este segmento comprendido entre las playas de Blanes y de
    Aiguablava en Begur corresponde a una costa abrupta, rocosa, con muchas calas pequeñas y
    encajadas, de arena gruesa. En estos componentes geológicos, se encuentran los
    feldespatos de tonalidades anaranjadas que, juntamente con los pinos verdes que llegan
    hasta el mar, dan la imagen más fotogénica de la Costa Brava.  
     
     Fue precisamente en el mismo Sant Feliu, y
    en la ermita de Sant Elm -justo encima del lugar donde se realiza la inmersión-, que el
    periodista Ferran Agulló bautizó a estos parajes como Costa Brava. Los aficionados a la
    geología tenían hasta hace poco en Sant Feliu una roca oscilante -Pedralta- de peso
    calculado en 80 toneladas que se encontraba en equilibrio inestable sobre otro enorme
    bloque granítico. El mes de diciembre de 1996, Pedralta se desplomó y hasta la fecha ha
    habido algunas propuestas para su reposición, aunque de momento ninguna se ha llevado a
    cabo.  
     
    El clima mediterráneo y la geología de la zona, especialmente los suelos ácidos
    resultantes de la meteorización del granito, han permitido el desarrollo de bosques de
    alcornocales, de los cuales se ha aprovechado el corcho. Sant Feliu es una población con
    un pasado esplendoroso debido entre otras razones a la industria del corcho. Para los
    interesados en este tema se recomienda una visita al museo municipal. De la época de la
    manufactura del corcho, data también el casino La Nueva Constancia, un singular edificio
    de inspiración árabe, con una excelente terraza delante del paseo marítimo, que resulta
    magnífico para comentar la inmersión delante de una cerveza. 
    INMERSION EN PORT SALVI
    
      
        
          
        Vista de la cala. El hotel Eden Rock
        está a la derecha, donde también puede observarse la rampa de acceso.  | 
       
     
    La cala de Port
    Salvi, conocida también por Edén Rock debido al
    establecimiento hotelero que aquí se encuentra, es una de las inmersiones clásicas de la
    Costa Brava. A nuestro entender tiene diversos argumentos que la hacen recomendable. En
    primer lugar, es un itinerario submarino que está muy documentado, ya que en el centro de
    buceo de la misma cala hay una maqueta muy útil para planificar la excursión
    subacuática.  
     
    Por otra parte, la revista Apnea ha publicado un
    artículo descriptivo (ver bibliografía), así como
    este fondo está detallado y dibujado en el libro de Andreu Llamas "Costa Brava. Las
    200 mejores inmersiones". El hecho de que se acceda desde la playa da, como muy bien
    saben los escafandristas, una gran libertad de horarios y movimientos. No es menos
    importante el hecho que el fondo tenga tres túneles fáciles pero entretenidos y que haya
    algunas esculturas submarinas, como un delfín, una rosa de los vientos y un belén. Cabe
    añadir que la profundidad que se alcanza saliendo de la playa es de 27 metros, hecho poco
    habitual en los lugares de acceso pedestre.  
    
      
        
          
        La entrada es un poco delicada, en
        especial si el mar está agitado.  | 
       
     
    
    La inmersión
    empieza después de descender por una rampa que en tiempos sirvió para bajar
    embarcaciones al agua. Hace falta prestar atención en el descenso, especialmente si se
    llevan focos o aparatos de fotografía o vídeo, pues la parte final esta cubierta de
    algas resbaladizas.  
     
    Mirando al mar y hacia la izquierda suele haber un cabo que facilita parcialmente la
    entrada al líquido elemento. En este lugar de poca profundidad no es difícil distinguir
    alguna lubina, conocidas allí como "llobarros", entre el oleaje. Se continua
    dejando a la derecha la pared rocosa que cierra la cala por el sur, bien por superfície,
    bien por debajo del agua, siempre siguiendo un rumbo de 150 grados.  
     
    En este itinerario de acercamiento no son infrecuentes la doradas, algunos ejemplares
    llegan a alcanzar buenos tamaños. En el momento que la pared que limita la cala describe
    el vértice, se puede descender hasta las rocas del fondo.  
     
    A partir de este lugar encontrará tres corredores -cañones- de arena separados por
    lenguas rocosas. Encima de estos promontorios de roca hay unas extensas praderas de alga (Halimeda
    tuna), inconfundible por su semejanza a la planta crasa conocida por nopal o tuna.  
    
      
        
          
        El gobio de labios rojos (Gobius
        cruentatus)  | 
       
     
    
    Entre los
    agujeros de la piedra, los observadores identificarán el gobio de labios rojos (Gobius
    cruentatus) y alguna escórpora (Scorpaena scrofa). Los más afortunados
    podrán celebrar el encuentro con alguna cigarra de mar (Scyllarides latus), que
    alcanza hasta 45 cm, crustáceo escaso en la parte norte del litoral ampurdanés.  
     
    En el tercero de los corredores de arena comentados anteriormente, y a unos 26 metros de
    profundidad, se aprecia la entrada del primer túnel y, ya en el interior, se descubre la
    luz tenue que indica la salida. Una vez fuera se puede remontar un poco de altura hasta
    alcanzar la superficie rocosa que forma el techo del pasadizo que se ha visitado.  
    
      
        
          
        Una rosa de los vientos en la parte
        superior de los túneles, a 21 metros.  | 
       
     
    
    En esta
    planicie, destaca una rosa de los vientos metálica de un cierto tamaño. En algunas
    ocasiones cuelgan de los puntos cardinales puestas de cefalópodos. Un recorrido breve
    hacia el este, aproximadamente, nos conduce hasta una escultura de un delfín que señala
    la entrada del segundo túnel.  
     
    En el techo del pasadizo se puede identificar el cangrejo Dromia sp, de aspecto
    semiesférico y peludo, inconfundible por tener la uña de las tenazas de color rosa que
    contrasta enormemente respecto el cuerpo marrón y mimético. Una vez se ha cruzado el
    túnel es preferible comprobar el ordenador y nuestra reserva de aire ya que es muy
    posible que sea recomendable la vuelta.  
    
      
        
          
        La escultura del delfín señala la
        boca del segundo túnel.  | 
       
     
    
    En los
    corredores de arena y, según la bibliografía, se puede coincidir con algún pez de San
    Pedro, alguna lucerna o rape. A nuestro entender, Port Salvi es una inmersión
    recomendable, especialmente si el agua está transparente ya que la visibilidad es muy
    amplia y la excursión se convierte en muy panorámica.  
     
    Si la prisa no es excesiva, antes de abandonar Sant Feliu, merece la pena visitar la
    panorámica que hay desde la casa de Salvamento de Náufragos encima del montículo que
    hay al lado del club náutico. Está previsto que este edificio vuelva a acoger el bote de
    salvamento -Miquel de Boera- que actualmente se encuentra en fase de restauración.  
     
    El conjunto formado por la casa y el bote de salvamento de náufragos es el único que se
    conserva de las 51 estaciones que la Sociedad Española de Náufragos instaló en la
    franja litoral del Estado Español.  
    Bibliografía
     
    
      - Llamas, A. (1997) "Costa Brava.
        Las 200 mejores inmersiones" ed. Planeta. Barcelona 
 
      - Pagès, M. A., Vilar, A. "La
        Pedralta cau i llisca 30 metres avall" periódico El Punt, 11.12.96 
 
      - Safont, X., Camprubí, Mª A. "Sant
        Feliu de Guíxols" Revista Apnea, núm 31, julio/agosto 1996 
 
      - Trillas, J. "Restauren
        l'històric "Miquel de Boera", el bot de salvament de Sant Feliu de Guíxols"
        periódico El Punt, 11.1.97 
 
      - Vilaplana, J. M. (1987) "Guia
        dels paisatges granítics dels països catalans" ed. Kapel. Barcelona 
 
     
    ¡BUENAS
    INMERSIONES! 
     
    Álbum de fotos de Sant Feliu 
     
     
    © Texto: Josep
    Mª Dacosta
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