Punto de Vista
por Miquel Pontes

n nuestros paseos por la Costa Brava a veces ocurre que uno de nosotros se
queda mirando una roca o un saliente con aire pensativo, imaginando una forma vagamente
familiar, algo que le recuerda a una imagen cotidiana.
La torturada configuración del terreno de la Costa Brava -no en
vano tiene este nombre- permite dar rienda suelta a nuestra imaginación, pues las formas
de las grandes rocas costeras de la parte norte de Catalunya son casi infinitas.
De vez en cuando queda claro que la Naturaleza, con su capricho,
decide moldear una roca de una forma concreta, una forma que reconocemos claramente como
relacionada con nuestro pequeño mundo terrestre.
La Isla Mateua, situada en el término municipal de L'Escala, en
la comarca del Baix Empordà, es uno de estos casos. Siempre que vamos a bucear allí,
tenemos la oportunidad de comprobar que la silueta de la isla tiene una similar a la de un
dromedario (ya sabéis, esos parientes de los camellos que tienen una sola joroba)
descansando sobre las aguas del lugar.

El dromedario descansa mirando al norte en Illa Mateua
Foto: Eulàlia Rodés, 8.5.99
Estas aguas constituyen uno de nuestros pequeños "acuarios
privados", en los que buceamos con frecuencia y en los que siempre encontramos alguna
nueva especie de animal que no habíamos visto antes. Pese a ser un lugar tan cercano a la
civilización, nunca deja de asombrarnos.
No fue menor nuestra sorpresa cuando Albert, compañero de tantas
inmersiones, nos comentó que viendo la isla desde un determinado ángulo podía verse una
cabeza de apariencia similar a la humana. Efectivamente, la parte norte de la isla asemeja
un "troll" (digno del famoso cuento de Tolkien "El Hobbit"), que nos
sonríe desde allí, aunque a veces no nos demos cuenta siquiera de su presencia. Juzgadlo
vosotros mismos...

Aunque aquí no parezca muy evidente, está ahí...
Foto: Albert Ollé

Pero esta ampliación lo deja bien claro.
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Roques Mítiques
de la Costa Brava


© Fotos: Eulàlia Rodés y Albert Ollé |