Los arrecifes de
coral se están muriendo en todo el archipiélago debido al amplio uso de la pesca con
explosivos, cianuro y redes, la sedimentación, las costrucciones costeras y la
eutrofización (sobrealimentación de los microorganismos marinos que compiten con el
coral). La sobrepesca está
diezmando las poblaciones de peces, mientras que la destrucción de los manglares, la
deforestación de las tierras interiores y las pobres prácticas agricolas han enviado
grandes cargas de sedimentos al mar, colmatando los corales y dañando o matando los
arrecifes.
Se estima que el 30% de los arrecifes de
Filipinas ya están muertos, y otro 39% muriéndose. Las Filipinas son también el mayor
exportador de coral para exposiciones y acuarios, aunque dicha exportación es ilegal bajo
las leyes locales y bajo la Conveción Internacional de Comercio de Especies en Peligro
(CITES) de 1975.
Las noticias no son tan malas: el
establecimiento de la reserva marina de la Isla Sumilon ha resultado en un marcado retorno
de los peces en las áreas adyacentes.
La dureza de las autoridades es
irregular, de todas formas. Los filipinos arrestaron a 22 pescadores chinos en Enero de
1998 al cogerlos pescando corales y tortugas cerca de la provincia de Zambales, al Oeste
de Filipinas, diciendo que sus barcos estaban llenos de corales raros y dinamita.
En Abril el gobierno anunció que
liberaría a 20 de los 51 pescadores chinos que habían sido arrestados en una redada
hecha por los guardacostas, incluyendo algunos pescadores del incidente de Enero.
Algunos observadores especulan sobre si
más que proteger los arrecifes de coral, los filipinos se están cobrando las disputas
que mantienen con China sobre las Islas Spratly. |