El legado de las
pruebas nucleares en la Polinesia Francesa, junto con el aumento de la población, y las
presiones características de los pueblos en desarrollo, continúan dañando los arrecifes
de la zona. Los arrecifes de las
Islas de la Sociedad están afectados por la mineria intesiva de arena de coral para la
construcción de carreteras.
El London Times informaba en
Agosto de 1997 que Francia estaba comprando el atolón de Tupai, un anillo de coral de
2.500 acres que forma parte del archipiélago de Tahití. Los franceses pretendían crear
una reserva natural para proteger la miriada de especies en peligro en el arrecife y
edificar un complejo hotelero sobre él para los turistas.
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