Los arrecifes de
coral del país de los Kiwis están en perfecta forma, excepto por la presión de la
sobrepesca, en particular del tiempo-ha abundante mero moteado. Los arrecifes de las Islas Cook sufrieron a
mediados de los años 80 por la sobrepesca del pez loro y de los erizos de mar. ¿El
resultado? Sin estas dos especies comedoras de algas se aceleró el crecimiento de estas
plantas, ahogando y matando a los corales.
Engañado por la falsa certeza de la
salud de sus arrecifes o motivado por otros perversos designios, el Gobierno de Nueva
Zelanda propuso el año pasado a las naciones presentes en el forum económico de Asia y
del Pacífico el liberalizar el comercio de peces vivos y de corales, a pesar de la
documentada destrucción que estos comercios producen en los arrecifes del resto del
pacífico y del Lejano Oriente.
Tailandia, presente en el mismo fórum,
se opuso a la iniciativa neozelandesa, temiendo un aumento de la presión humana
(incluyendo la pesca con cianuro) sobre sus maltrechos arrecifes.
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