Brasil
Los arrecifes de coral del Brasil son los
únicos que existen en el Atlántico Sur, pero se ven amenazados por la sedimentación
proveniente de la deforestación del interior del país, así como la contaminación
provocada por herbicidas y pesticidas. La sobrepesca y la pesca deportiva ha dañado aun
mas el panorama, abriendo la puerta al crecimiento descontrolado de las algas.
Afortunadamente se han establecido
algunas protecciones para los arrecifes, como el Parque Nacional Marino de Fernando de
Noronha, un area de 180 km2 que contiene 20 islas en la costa Atlántica, que han estado
protegidas desde 1988. Brasil no permite que haya más de 420 turistas simultáneamente en
la zona, y aplica un impuesto especial que va de 18 dólares por pernoctar una noche hasta
1800 dólares por pasar allí un mes.
Chile
Las aguas frías y la gran pendiente de
los Andes cuando se internan en las profundidades oceánicas del Pacífico hacen que Chile
no disponga de grandes arrecifes en latitudes en que éstos se formarian normalmente. Los
pocos arrecifes de que dispone el país están siendo ahora amenazados por la
sedimentación y la contaminación provenientes de la agricultura.
Colombia
El desarrollo costero de la costa de
Colombia ha eliminado los manglares, mientras que la pesca submarina, la sobrepesca y la
sedimentación provocada por las explotaciones agricolas amenazan a los ecosistemas de
arrecife. Todos los arrecifes de la Isla Gorgona fueron dañados por El Niño de 1982-83 y
los arrecifes de Santa Maria se han visto muy afectados por la polución y el sedimento.
En febrero de 1994, Colombia creó una
agencia de protección ambiental llamada CORALINA para administrar los ricos arrecifes de
San Andrés, cerca de la frontera con Nicaragua. Aunque inicialmente parecia que no tenía
ningún poder, en marzo de 1997 ordenó el cierre temporal del Hotel Decameron San Luis
por saltarse continuamente las reglas que prohibían el vertido de aguas residuales en el
delicado manglar situado frente al hotel. Las 24 canalizaciones de residuos del hotel
vertían petróleo y deshechos industriales y municipales, incluyendo detergentes,
líquidos de limpieza y otras substancias tóxicas en los arrecifes. Otro dato
esperanzador: Colombia inauguró el Año Internacional de los Arrecifes en 1997 con el
anuncio del descubrimiento de una nueva especie de coral negro.
Ecuador
Ecuador contiene los mayores arrecifes de
coral de Sudamérica, pero éstos han sido dañados por la pesca deportiva y la excesiva
explotación de los recursos del arrecife, así como por la eliminación de los manglares
para la instalación de piscifactorias dedicadas al cultivo de gambas.
El turismo es una amenaza creciente, y la
meteorología otra: Los corales de Ecuador han recibido dos duros golpes durante el
fenómeno del Niño, acaecido en 1982-83 y en 1997-98, cuando las aguas del Pacífico
Sudamericano eran más cálidas de lo normal durante más tiempo de lo normal.
Cuando las temperaturas suben por encima
de lo acostumbrado, los corales sufren lo que se conoce como el blanqueamiento del coral,
que en esta zona ha ocurrido principalmente en las Galápagos. El Niño de 1982-83 afectó
seriamente al 80% de los arrecifes, mientras que el Niño de 1997-98 ha provocado una
subida de temperatura de 1 a dos grados por encima de lo normal.
Legendarias por haber sido la escena de
los estudios de Charles Darwin sobre la evolución, las Galápagos sufren también por el
crecimiento del turismo, que en estos momentos es de unas 60.000 personas al año. El
Gobierno no ha sido de gran ayuda, Ecuador introdujo un plan de gestión en 1981, pero no
lo adoptó realmente hasta una década más tarde, cuando abolió el limite de visitantes
anuales a la isla.
La mayor parte de la zona es
técnicamente un parque nacional, pero el control es deficiente, en 1997 se informó de la
existencia de "bandas organizadas de pescadores furtivos" que cuando no están
ocupados en intercambiar disparos con los guardas del parque, se dedican a la pesca
furtiva del atún, la langosta, los tiburones y los pepinos de mar, que ya están al
límite de la extinción en los alrededores de las islas.
Venezuela
El desarrollo costero relacionado con el
turismo ha eliminado los manglares y también amenaza a los arrecifes. La pesca submarina,
la sobre-explotación de los recursos del arrecife, la sedimentación y la contaminación
de origen agrícola encabezan la lista de las amenazas para los ecosistemas de coral de
Venezuela.
Algunas amenazas son más misteriosas: En
enero de 1996 una especie de "sustancia melosa de color crema" devastó el
Parque Nacional de Morrocoy, a 195 km al oeste de Caracas, matando los corales, los peces,
los cangrejos, las langostas y los erizos de la zona. La explicación no está clara, pero
hay teorias que van desde vertidos de petróleo de barcos o refineras hasta un tipo de
algas que eliminan el oxigeno del agua y que reciben el nombre de "nieve
marina".
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