Una pequeña parte de
Texas situada en el golfo de Mexico, el santuario marino nacional de Flower Garden Banks,
que está protegido por la ley federal, está en buen estado. Este arrecife ha sobrevivido a un cambio
significativo en la cubierta de coral, los niveles de población y la diversidad en los
últimos 20 años, gracias en parte a la instalación de boyas de atraque que hacen
innecesario el acto de lanzar el ancla, que destruye los corales.
El status de zona protegida no evita que
los corales sufran del blanqueamiento, que se manifestó en 1995, afectando a un 10% de
los corales del arrecife. El director del Santuario Steve Giddings, explicó a NPR que
parecía "como si un ancla hubiera sido arrastrada a lo largo de ciertas secciones
del arrecife dejando estas cicatrices blancas".
Este efecto parece deberse a la
expulsión de las pequeñas algas zooxantelas por parte de los corales sometidos a
presión ambiental. Esto puede ser causado por el aumento de la temperatura del agua, por
lo que se espera que el problema empeore debido al calentamiento global de la Tierra.
Ante esta perspectiva, la Shell Oil
Company Foundation anunció en abril de 1998 que iba a efectuar una donación de 5
millones de dólares a la National Fish and Wildlife Foundation para ayudar a proteger y
conservar los ecosistemas marinos del Golfo de México.
Los fondos, que se irán donando a lo
largo de 5 años a guisa de una loteria petroquímica, representan un generoso 0,0039% de
las ventas de la compañia madre Royal Dutch/Shell para 1996 o menos de la 256ava
parte. ¿Le importa a la gente? pues muy, muy poquito.
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