Los arrecifes de
Egipto están amenazados por la polución de los campos de petroleo de Egipto y Arabia
Saudí y los centros de población adyacentes, así como la limpieza de tanques de los
barcos que atraviesan la zona del Canal de Suez. La sobrepesca de la langosta en la región del Sinaí y la misteriosa
desaparición de los tiburones son otros problemas ambientales..
El turismo es un problema creciente: A lo
largo de la región del Mar Rojo, los residuos de los hoteles están causando problemas de
eutrofización.
Los vertederos y la sedimentación creada
por el desarrollo turístico han destruido grandes zonas de arrecife en Hurghada, mientras
que el vertido de agua dulce procedente de los hoteles de Al Quseir amenaza la salud de
los arrecifes locales.
Más al norte, en el Golfo de Aqaba, el
desarrollo de centros turísticos en Sharm el Sheikh avanza imparablemente, y los hoteles
de Dahab están importando arena fina para sus playas, enterrando los corales.
Conforme crece el turismo, la competencia
entre el hombre y los arrecifes es inevitable, como en el caso del transatlántico Royal
Viking Sun que chocó y daño los corales del Mar Rojo en Abril de 1996. Egipto retuvo
el lujoso barco de la Cunard hasta que sus propietarios pagaron una multa de 23.5 millones
de dólares en ese mismo mes.
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