Los arrecifes iranís
sufren de las amenazas constantes de los vertidos de crudo del Golfo Pérsico, así como
la polución industrial y el sedimento provocado por las construcciones costeras. El vicepresidente iraní Hadi Manafi anunció en
Julio de 1997 que su país iba a preparar una organización que tenía como objetivo la
protección del medio ambiente del Golfo Pérsico, especialmente los corales y otras
especies acuáticas, sugiriendo la posibilidad de unirse con otros países de la zona para
conseguir dichos objetivos.
Lo creeremos cuando lo veamos: los
países del Golfo se caracterizan por haber tomado, por lo menos hasta ahora, medidas
ambientales carentes de resultados.
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